Aeropuerto El Palomar, una decisión que atenta contra la seguridad aérea

¿Por qué el incremento de las operaciones aéreas desde de El Palomar compromete la seguridad de las operaciones aéreas de todos los aeropuertos del área metropolitana?

Los servicios de navegación aérea en la República Argentina están actualmente saturados y no existe un plan de mitigación para los problemas que se generarán como consecuencia de las operaciones de Norwegian, Jetsmart y Flybondi. Este incremento de tránsito no solo eleva la carga laboral del personal de todos los aeropuertos afectados al servicio de control de tránsito aéreo, sino que además representa un peligro para la seguridad de las operaciones.

El Aeropuerto de El Palomar, que a partir del mes de diciembre será internacional, se encuentra dentro del área de aproximación de dos Aeropuertos Internacionales. Hablamos de Aeroparque, que realiza con 375 movimientos promedio diarios, y San Fernando, con 113 movimientos promedio diario, donde las sendas de aproximación y trayectorias de despegue -según la pista que se utilice- se cruzan al momento de arribar o despegar de dichos aeropuertos. En este nuevo escenario se espera que el aeropuerto coordine el doble de movimientos diarios de los que se registraban en 2017.

Por otra parte, en las proximidades de El Palomar, se encuentra el aeródromo de Morón -cuyo circuito de tránsito es lindero al de El Palomar- registra 208 movimientos promedio diario y es además sede de diversas escuelas de vuelo. Además, limita con el Aeródromo privado de Campo de Mayo, sede de la formación de pilotos de helicóptero de las FFAA y de Seguridad. Como si fuera poco, las operaciones de Palomar se encuentran dentro de la jurisdicción de la Torre de Control de Aeroparque, la cual brinda aproximación no solo a Aeroparque sino también a San Fernando, El Palomar y Campo de Mayo.

Gran parte del movimiento aéreo mencionado confluye cual embudo en el Centro de Control de Área de Ezeiza, más concretamente en el terminal. El Área Terminal BAIRES está colapsado, controlando actualmente un promedio de 48 movimientos por hora, con picos de más de 60/h. Estamos hablando de la separación de una cantidad considerable de aeronaves y de miles de pasajeros, realizada por 1 solo operador y en una misma frecuencia, la cual habitualmente sufre interferencias. En condiciones normales el Área Terminal BAIRES no debería abarcar más de 8 aeronaves en simultáneo, no obstante, en nuestro país y en el marco de la Revolución de los Aviones, se vulnera permanentemente dicho límite, llegando incluso a duplicarlo.

La situación es grave. En las condiciones de trabajo actuales hay riesgos que deben ser solucionados de manera urgente. Las medidas de mitigación ante semejante carga de trabajo no llegan y, lo que es más alarmante, el tránsito se incrementa sin considerar acciones que contemplen la seguridad de las operaciones y el factor humano. Nuestra posición no se vincula con la operatoria de ninguna empresa de transporte aéreo en particular, sino con las consecuencias que genera para la seguridad de las operaciones aéreas.

Las frecuencias son otro problema habitual. El servicio de control de tránsito aéreo supone comunicaciones aire-tierra que se realizan mediante frecuencias VHF, que sufren interferencias, no están disponibles, no tienen alcance o no existen alternativas de emergencia. El mayor inconveniente de las comunicaciones, que la operatoria de Palomar agrava, no solo comprende a las frecuencias sino también las fallas en las coordinaciones en tierra entre dependencias ATS (Servicio de Tránsito Aéreo).

La revolución de los aviones será imposible si el Estado no soluciona estos problemas de manera inmediata. Es vital que se incorpore a la planificación un requerimiento, que esta organización ya ha presentado y reiterado sin respuesta de ninguna índole ante la autoridad aeronáutica: que se proceda sin más trámite a una evaluación de riesgo que abarque no solamente El Palomar sino también en el Área Terminal BAIRES y la Torre de Control de Aeroparque, para identificar peligros y elaborar un plan de mitigación para las operaciones de todos los aeropuertos del área metropolitana garantizando un margen de seguridad operacional aceptable.

 

SECRETARIADO NACIONAL ATEPSA