NUEVO EDIFICIO EANA AEROPARQUE JORGE NEWBERY

La semana pasada, y en el marco de una comisión técnica específica comprendida en nuestro Convenio Colectivo y creada para considerar la situación de la torre de control de aeroparque Jorge Newbery, visitamos juntamente con la EANA el nuevo edificio que albergará de manera inminente la totalidad de los servicios que presta dicha empresa en el aeropuerto con mayor cantidad de movimientos del país.

La obra, cuya proyección y diseño, viene de antaño marca un salto de calidad importante en la vetusta situación edilicia que alberga a los servicios de navegación aérea del país, como así también en comparación con la situación edilicia de aeroparque hoy: sala de descanso (mínima pero separada de la sala de instrucción), vestuarios, accesos de seguridad, material ignífugo, iluminación y señalización adecuada. Un conjunto de cuestiones que sorprende gratamente desde el punto de partida. Ahora bien, la mirada gremial es por definición crítica, porque es de esta manera donde se mejoran los obstáculos que pudieron haberse evitado o se evita repetirlos en obras futuras o en curso de ejecución.

En la última audiencia pública -julio 2017- nos pronunciamos sobre algunas cuestiones tales como el lugar que normativamente es recomendado para albergar los equipos de la sala técnica: no se consideró el tamaño y cantidad de los mismos y por ende debieron ser distribuidos en pisos distintos. El ejemplo es válido para mirar cómo y quiénes planifican obras de esta naturaleza. Muchas veces en nuestra actividad los expertos convocados trabajan sobre situaciones ideales o supuestas que no necesariamente se verifican en la práctica. La consulta a tiempo a los trabajadores que cotidianamente resuelven -con los recursos disponibles- los múltiples problemas que el sistema presenta, hubiera evitado demoras, parches y enmiendas.

Esto no es un LOW COST. Tiene costo “CERO”, y hace al concepto de servicio público esencial. Traduciendo … la altura de los muebles de la twr originalmente disminuía la visión de la pista, la ubicación de las posiciones actuales más las que en el futuro necesariamente deberán funcionar, la colocación de un paño de vidrio con una falla que a esta altura de la obra no puede ser sustituido, ventilación de equipos, etc.  Nos consta que se está trabajando para su solución.

Se subraya que visualmente la construcción impacta y es un paso ganado en las condiciones de trabajo. Pero lo esencial muchas veces es invisible a los ojos. A los ojos de millones de pasajeros que no tienen por qué preocuparse por eso. A los ojos de las empresas usuarias que prefieren no mirar. Pero no a los ojos de los funcionarios que toman decisiones y que presentan esta obra como una solución para un lugar crítico. Las obras de infraestructura y arquitectura que conmueven a la comunidad que viaja en avión no dan respuesta a los problemas de comunicación (frecuencias aeronáuticas publicadas, por ejemplo), transferencias de datos, acceso a internet para operar conforme normativa ANAC (plan de vuelo remoto), que aguardan una solución que no llega. En ese contexto están nuestras responsabilidades y derechos.

Con la esperanza intacta de que el traslado a las nuevas instalaciones resulte un éxito y la predisposición de siempre para acompañar el crecimiento responsable de la actividad, aprovechamos el informe de aeroparque para instar la apertura de la agenda de relaciones laborales que en el marco de la constante y creciente productividad del sector en todos los aeropuertos del país, reconozca el valor del trabajo y las condiciones en las que el mismo se presta para todos los compañeros y compañeras comprendidos en el Convenio Colectivo de Trabajo, como así también de los que deben ser necesariamente incorporados al mismo (Trabajadores OACI).

 

Secretariado Nacional ATEPSA.